Instalaciones secretas: Siempre se reconoce la existencia de una instalación después de que ha sido descubierta por otros medios. En el año 2002 el disidente iraní Alireza Jafardezah reveló la existencia de dos plantas nucleares situadas en Natanz y Arak. Ambas son utilizadas para el enriquecimiento de uranio y plutonio por el gobierno de Ahmadineyad.

Trabas continuas a los investigadores de la OIEA: A pesar de que en 2007 el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) solicitó la instalación de “medidas de contención y vigilancia” remotas en la planta de Natanz, en la actualidad el gobierno iraní sigue denegando dichas solicitudes. Por ese motivo, los inspectores se ven obligados a viajar a la instalación de forma periódica para descargar desde allí las grabaciones secuenciales de vigilancia.

Experimentos e investigaciones ilícitas: son de sobra conocidos los experimentos realizados por el gobierno iraní para probar configuraciones de alto explosivo similares a las lentes explosivas. El diseño original de las lentes explosivas fue fruto de las investigaciones de los científicos del Proyecto Manhattan Seth Neddermeyer y John Von Newman. Recibe su nombre por la función que realizan, consistente en alterar la explosión invirtiendo su dirección, es decir, transformando la expansión divergente en convergente, provocando así que la detonación se concentre y se produzca a mayor velocidad, lo que genera una explosión de mayor impacto.

¿Por qué el empeño en desarrollar reactores de agua pesada? Las moléculas de agua pesada están formadas por dos átomos de deuterio y uno de oxígeno (D2O). Es útil como moderadora y refrigerante en reactores de uranio natural, en los que desarrolla la doble función de moderar neutrones y transferir el calor generado. Usada comúnmente en los procesos de fisión nuclear, hoy en día se puede reemplazar por otros materiales como el agua o el grafito, de ahí la preocupación con este tipo de reactores, obsoletos para el uso civil.

La OIEA conoce, y así lo ha denunciado, los experimento que Irán ha realizado con polonio 210 y UD3. Descubierto en el año 1898 por Pierre y Parie Curie, el polonio 210 es un elemento químico extremadamente peligroso y es causante de una muerte similar a la sufrida por los habitantes de Hiroshima y Nagasaki - fallo multiorgánico provocado por una exposición al material-, el polonio 210 es muy complejo en su manejo y provoca una muerte lenta y dolorosa.

Irán argumenta que este enriquecimiento va dirigido a los reactores nucleares de sus centrales. Una afirmación carente de sentido, puesto que los reactores nucleares que tiene Irán son del tipo LWR –reactores que utilizan agua normal como moderadora y refrigerante de neutrones-. El combustible que quiere procesar Irán no sirve para estos reactores. La planta de Fordow necesitaría 90 años para producir suficiente uranio para que la planta de Bushehr pudiera producir energíasólo un año. ¿No sería más lógico plantearse primero la construcción de un parque de centrales nucleares?

Irán argumenta que el enriquecimiento de uranio es necesario para que sus reactores produzcan radioisótopos con fines médicos. Muchos países tienen reactores de investigación multidisciplinares -250 reactores en 56 países- y no tienen ni aspiran a tener un ciclo cerrado de combustible -Japón tiene 18 y Alemania 14-. Se repite el argumento anterior. ¿Es necesario todo un sistema de procesamiento nuclear para producir unos gramos de radionúclidos? Los reactores de investigación son mucho más baratos. Desde 1978 sólo se ha construido un reactor que usa HEU, en Alemania. En 1978 Estados Unidos lanzó su programa RERTR (Reduced Enrichment for Research and Test Reactors) para ayudar a la transformación de reactores que usan HEU (Uranio Enriquecido) en reactores que usan LEU.